LA IRA

Es verdad que la IRA nos esclaviza? usted que opina?

A veces no es posible olvidar pero sí, que podamos lograr que ya no nos afecte lo que ocurrió, el problema surge cuando consideramos lo ocurrido como inaceptable, entonces somos incapaces de perdonar, aunque podemos considerar inaceptables ciertas situaciones vividas que se dan porque se han traicionado unos acuerdos, unos principios, no se han cumplido nuestras expectativas, no se han respetado ciertos valores, sea cual sea la razón de lo “inaceptable”, podemos aferrarnos a ella y quedarnos clavados ahí, por mucho que no estemos de acuerdo con lo ocurrido, tenemos que aceptar los hechos. “ACEPTAR NO SIGNIFICA ESTAR DE ACUERDO” en el mundo hay mucha rabia en contra de las injusticias, pero LA RABIA NO SOLUCIONA LAS INJUSTICIAS”, al contrario crea más dolor e incluso más injusticias, El profesor Robert Enright, de la Universidad de Wisconsin, uno de los pioneros de la terapia del perdón, afirma que “Cuando algo nos ha dañado, tendemos a hablar de justicia mucho más a menudo que de perdón”. Cuando alguien nos ha defraudado, herido o traicionado, sentimos que tenemos que hacérselo pagar, creemos que así haremos justicia, consideramos inaceptable lo que ha hecho y esa rabia nos mantiene atados a la situación y a la persona que nos ofendió, en vez de perdonarla y soltarla, nos atamos más a ella, nutriendo el RESENTIMIENTO, que luego se vuelve CANCER, DIABETES en tu cuerpo, al hacerlo, somos injustos con nosotros mismos: nos mantenemos en el infierno de nuestro fuego interior, el odio afecta a nuestra salud, "ENVENENA” nuestro corazón, mata nuestra paz interior, nos seca de amor y felicidad, el odio es una emoción “incendiaria”, destruye la concentración y mata la capacidad de actuar con dignidad y excelencia, Unas sabias palabras dicen: “¿Quieres ser feliz un momento? Véngate. ¿Quieres ser feliz siempre? Perdona”, “Una persona resentida se intoxica a sí misma".
 En una ocasión, un hombre se aprovechó de mí, me engañó y me estafó, Cuando me di cuenta, no podía creer mi ingenuidad, ¿Cómo permití que ese hombre me hubiera mentido así? ¿Cómo me lo creí y confié? ¿Tan tonta soy? Estos pensamientos me torturaban, hasta que me di cuenta de que tenía que perdonarme, aprender la lección, pero no seguir martirizándome por la experiencia vivida, el perdonarme me liberó, cuando al cabo de un tiempo me encontré casualmente con él, pude mirarle a los ojos.
Toda experiencia vivida, aunque usted no quisiera experimentarla y ni siquiera la buscara, la sintió porque se permitió vivirla, muchas veces, el problema está en no saber poner los límites cuando nos entregamos a las experiencias, muchas veces, el problema está en no saber poner los límites cuando nos entregamos a las experiencias, cuando salen mal, buscamos culpables, aunque los encontremos y les perdonemos, no nos alivia del todo, hasta que nos perdonemos nosotros mismos,
Se trata de perdonarse a sí mismo por haberse permitido entrar en esa experiencia, si estamos resentidos, la vía de salida pasa por aceptar y perdonar, aceptar lo que ha ocurrido, lo cual puede implicar aceptar la pérdida, aceptar que le engañaron, aceptar su error y/o el del otro, aceptar que lo hirieron, al darse cuenta de que el cambio depende de TI, ser capaz de perdonar y seguir adelante con tu vida sin cargar por más tiempo el dolor, que te hace vivir en el pasado y no te permite gozar del presente, esta es la base para restablecer el poder de su corazón y su capacidad de amar, esto le permitirá acercarse al centro de su ser, reencontrarse en estado de paz, brotará de ti amor y la felicidad. Reconectarás tu verdadero corazón capaz de abrazar sin rencor, capaz de amar sin poner condiciones limitadoras.
Esta una práctica que puede empezar ahora. Sentirás Ágape, el amor desinteresado que no busca retorno y está relacionado con la capacidad de perdonar. Cuando perdonas, AMAS.

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