EL ARCO Y LA FLECHA = PADRES E HIJOS


Vuestros hijos no son vuestros. Son los hijos y las hijas del anhelo de la Vida por perpetuarse. Llegan a través de vosotros, mas no son realmente vuestros. Y aunque están con vosotros, no os pertenecen.
Podréis darle vuestro amor, pero no vuestros pensamientos, porque tienen sus propios pensamientos.
Podréis albergar sus cuerpos, pero no sus almas, porque sus almas moran el la casa del mañana, que no podréis visitar, ni siquiera en sueños.
Podréis, si mucho, pareceros a ellos, mas no tratéis de hacerlos semejantes a vosotros, porque la vida no retrocede, ni se estanca en el ayer.
Sois los arcos para que vuestros hijos, flechas vivientes, se lancen al espacio.
El arquero ve la marca en el infinito y él es quien os doblega, con su poder, para que sus flechas partan veloces a la lejanía. Que el doblegamiento en manos del arquero sea vuestra alegría, porque aquel que ama la flecha que vuela, también ama el arco que no viaja...

El verdadero mundo esta delante de nosotros, no detrás. Querer a alguien no es sacar jugo de el es ayudarle a que saque de si mismo su mejor YO a otro YOMEJOR.
Hay que amar a la gente como el arco ama a la flecha que vuela que la ama precisamente por que sabe volar y por que se siente con fuerza para hacerla volar mas de prisa y mas lejos.
El mejor amor es el que sabe desprenderse del amado, el que no solo acepta, sino que facilita el que el amado vaya mas lejos que el, hasta el blanco, hasta ese blanco que se va alejando cada vez que avanzamos hacia el y al que solo se llega con la muerte.
¡Mal amor el que fabrica enanos del alma! ¡Mal amor el que divide en lugar de multiplicar! ¡Benditos, en cambio, los que entienden su propia alma como rampa de lanzamiento de otros seres: hijos, amigos, desconocidos!
Benditos verdaderamente llenos el día que alguien, impulsado por ellos, suba hacia arriba y les deje vacíos, gracias a tanta fecundidad!
Dios, al crear al hombre estuvo seguro de que valía la pena disparar su arco -lo sabia- muchas flechas se perderían, aun así Dios asumió el riesgo. Creyó en el amor y la creación. Confió en la eficacia de la bondad. Y cuando muchos de sus hijos le fracasaron no se dejo vencer por la amargura.... Duplico su amor. Gracias a ello los hombres – aun los malos- tenemos, al menos, el orgullo de llamarle PADRE!  Jalil Gibran y una muy breve narración de la @violetambisiosa……

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